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Many of us have been in situations in which we have not communicated what we think for fear of what others will say or looking bad. We have lost conversations on issues important to humanity with friends, colleagues, family, etc. But have you ever looked at the impact of your thoughts and ideas? Have you ever thought that when you are silent you not only deprive yourself of communicating your ideals but also those of others?
I’ll tell you a great example of good youth impact. I imagine you already know, but if not, I’ll tell you here. Anna Halpine, a 21-year-old Canadian student, full of knowledge and great ideals, helped the world in 1999. At the 1999 Conference on Population and Development, 32 young people believed it necessary to proclaim abortion as a human right, granting sexual rights to children and the waiving of parental rights. Halpine realized that what they were saying ignored basic needs like clean water, education and employment. So the next day, she and other young people distributed the Pink Flyer at the Conference, which offered a more holistic view of the human person and their needs. Thanks to Anna’s act, the World Youth Alliance was founded at the Cairo +5 Conference on Population and Development, an organization committed to promoting the dignity of the person and building solidarity among young people.
We have underestimated ourselves! And that is the truth. We know well that we are still young, that we have a race to run, experiences to live, and people to help. But don’t let this stop us, shut or restrict us from telling the truth. It is normal to doubt, we are human, we are afraid of the unknown… but also, as humans, we are rational, aware of the situation. Likewise, we are possessors of a soul full of intellect and will, which guides us to the path of wisdom, with which we can guide others and the world towards the truth. And you will tell me, what if I don’t know if what I want to say is virtuous? Well, this thinking must contain prudence, justice, human rights and finally, it has to ensure the dignity of the other.
And now, ask yourself: Isn’t it time to speak the truth?
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Muchos de nosotros hemos estado en situaciones en las que no hemos comunicado lo que pensamos por temor al qué dirán o por el no quedar mal. Hemos perdido conversaciones de temas importantes para la humanidad con amigos, colegas, familia, etc. Pero, ¿alguna vez ha analizado el impacto que generan tus pensamientos e ideas? ¿Alguna vez has pensado que cuando callas no solo te privas de comunicar tus ideales sino también los de los demás?
Te comento un gran ejemplo del buen impacto juvenil. Imagino que ya lo sabes, pero si no, aca te lo cuento. Anna Halpine, una joven estudiante canadiense con 21 años, llena de conocimientos y grandes ideales, ayudó al mundo. En la Conferencia sobre Población y Desarrollo de 1999, 32 jóvenes creían necesario proclamar el aborto como derecho humano, los derechos sexuales de los niños y la renuncia de los derechos parentales. Halpine, que lo que decían aquellos ignoraban las necesidades básicas como agua potable, educación y empleo. Por lo que al día siguiente, él y otros jóvenes, distribuyeron en la Conferencia el Folleto Rosa, en donde se ofrecía una visión más holística de la persona humana y sus necesidades. Gracias al acto de Anna, en la Conferencia sobre Población y Desarrollo de El Cairo +5 se fundó la World Youth Alliance, organización comprometida con la promoción de la dignidad de la persona y la construcción de solidaridad entre jóvenes.
¡Nos hemos subestimado! y esa es la verdad. Sabemos bien que aún somos jóvenes, que tenemos carrera por correr, experiencias por vivir, y personas a quien ayudar. Pero que esto no nos pare, calle o nos restrinja de decir la verdad. Es normal dudar, somos humanos, tenemos miedo a lo desconocido … pero también, como humanos, somos racionales, conscientes de la situación. Asimismo, somos poseedores de un alma llena de intelecto y voluntad, la cual nos guía al camino de la sabiduría, con la que podremos guiar a los demás y el mundo hacia la verdad. Y me dirás, ¿qué pasa si no sé si lo que quiero decir es virtuoso? Pues este pensar debe contener prudencia, justicia, los derechos humanos y por último, tiene que velar la dignidad del otro.
Y ahora, pregúntate tú ¿Ya no es tiempo de hablar la verdad?
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Published: September 17, 2021
Written by Nicolle Sánchez, Regional Intern in Project Management at WYALA.
